Finalmente, en mi
compromiso de amor incondicional, te prometo una persona, no un pedazo de
mastique.
Una "persona" significa
que tengo derechos, asi como responsabilidades. Tengo derecho, por ejemplo,
de expresar mis propios pensamientos y sentimientos, de tener mis propias
preferencias y la libertad de seguirlas. También tengo una área de decisión
personal que es mía, y debo insistir en guardar esa área para mí. El tomar
mis propias decisiones y la responsabilidad por éstas es una parte escencial
del proceso de maduración humana. Por supuesto, nunca tomaré decisiones que
incluyan a ambos; sin embargo hay decisiones que debo tomar por mí misma.
Éstos son algunos de los derechos implicados en ser una persona e intento
ejercer estos derechos en insistir en que los respetes.
Está preparado para
encontrar en mí a una persona con la que puedes chocar. Por supuesto, tú
tienes un conjunto de derechos correspondientes, y tendré mucho cuidado en
respetarlos. No sólo respetaré tus derechos, sino que esperaré que ejerzas
tu propia personalidad para hacer valer estos derechos y para insistir en
que yo los respete.
Por favor, ten el valor
de decirme siempre lo que piensas y sientes. No tengo ojos con rayos X para
conocer tus pensamientos o sentimientos ocultos. No puedo adivinar tus
preferencias, debes decírmelas. El hacer conjeturas es un juego peligroso.
No pienses que me amas al jugar al camaleón o al hacer malabarismos para
tratar de complacerme. Si lo haces, es probable que me canse de ti o que me
aburra contigo. Con seguridad me sentiré sin incentivo respecto a ti. Por
último, no puedo permitirte jamás usarme o manipularme.
Debemos amar a las
personas y usar las cosas. Soy una persona, no una cosa. El permitirte
usarme no sería una acto de amor, ni para ti ni para mí. Por favor,
comprende que nunca seré tu juez. Ni ahora ni nunca podré adivinar tus
intenciones, sólo puedo conocerlas si te las pregunto. Si sospecho de tí, te
enfrentaré con mis sentimientos. Si me siento herida por algo que dijiste o
hiciste, yo te lo diré. Cuando me apoyes, consueles o felicites, siempre te
lo agradeceré visiblemente. El yo que será tuyo será la versión completa y
sin editar.
En las palabras del
poeta Richard Lavelace: "No podría amarte, querido, tanto si al honor no
amara más."
Soy un actriz, no un reactor. Esto significa que siempre debo decidir como
voy a actuar. No puedo poner esta responsabilidad en tus manos. Trataré de
combinar todo el tacto y amabilidad posibles con mi honestidad y franqueza,
pero nunca puedo permitirme ser manipulada, ya sea en conducta o en
comunicación. Mis pensamientos y sentimientos no se alquilan. No seré usada.
Cualquier otra cosa que el amor pudiera pedirnos, no nos pedirá ser personas
que sufran por su voluntad o que deseen la paz a cualquier precio.
El regalo principal del
amor es el de ofrecer el yo más honesto, a través de la autorevelación más
honesta.
Octubre, 27, 2000
No conozco el autor, aunque debo
confesar, que este escrito tiene notas editoriales dentro del escrito. Pero
la gran mayoria esta cual la recibi.